martes, 17 de mayo de 2011

Y....

Arrogante. Orgullosa. Terca. Y al parecer también muy independiente como para ver reducida su felicidad a manos de un hombre. Ahora que lo piensa, el problema es ese: creer que no necesita la tan publicitada media naranja, porque ella es la completa; tener la convicción de lo poderosa que es por no dejarse envolver por pasiones carnales.

Instintos, claro, existen…pero esclava de ellos nunca. Está segura de que el sexo se puede lograr hasta pagando (para eso sirven los gigolós). Pero de qué le sirven saltos de tigre y un arsenal de técnicas, si solo satisfacen su cuerpo, pero no su alma. Sería usar el sexo como desfogue-deporte con un tipo que bien se puede reemplazar con un muñeco de látex o un consolador. “Placer por horas, cuerpo radiante y espíritu vacío; figurita que no quiero para mi álbum. Tres décadas, demasiado idealista soy, pero estoy bien teniendo clarísimo lo que no quiero. Por eso los mimos con fecha de caducidad anunciada, prefiero obtenerlos en un spa, mi visa me los puede comprar. Sexo sólo porque el cuerpo me lo pida, no es viable. Punto.”

El problema, le dicen sus amigos es que “tienes miedo”, “¿vas a llegar a los 60 sin decirle nada?, “se inspiraron en ti para el réclame de los lentos de Sprite”; “sólo son monos, no les des más importancia de la que merece un mono”, “lo ilógico es llevar una relación de lejos”; y ella sigue pensando que sus amigos son buenos, re pacientes ,muy amables con ella, y quieren definitivamente ayudarla, aunque ella a veces se siente tan marciana que ni ese cúmulo de buenas intenciones funcionan con ella. Vive en una burbuja aislante.

Dejó una parte de su corazón en una gaveta porque cuando arriesgó, perdió. Emocionalmente hablando,se quedó hasta sin camisa. Todo al alcance de su mano, pero era sólo material. Se armó de coraje y escogió su libertad a una vida sin necesidades y mucho confort. Ella valía más que todo aquello. Además, para nada salió mal parada de eso. Su saldo es la niña de sus ojos. Bien. Positivo. Suertuda. Tiene todo lo que el dinero no puede comprar. Por fin tranquila. Y empezó a vivir.

Así transcurría su vida, lo suyo es no temer vivir bastándose para ello de sí misma; ha vivido tan bien labrando esa paz que significa la independencia, que cuando huele el avance de alguien, se activan sus mecanismos de defensa. El ataque depende de lo perjudicial que puede ser en su vida el sujeto A,B etc; y se pone su traje de bruja escapista, lanza el zarpazo, agarra su escoba y se va volando directo a su zona de seguridad, que son sus libros, su portátil, sus dibujos animados, sus piezas de bisutería, su música, su fruta, sus amadas sandalias, sus queridos vestidos y su angurriento maquillaje. Vive “happy” caminando a diario con su fiel ipod repitiendo mil veces la misma canción que se le ocurrió para ese día y pensando en lo bien que se verá su niña con ese vestidito y con el moñete que tan bien le va, o tal vez en el collar rosa con dije de corazón que le piensa comprar a su querido cócker, o en la bula culinaria que se da cada fin de semana. Pensar, divagar y distraerse con los pensamientos, ya es un placer…porque si bien es cierto, existen algunos placeres demasiado sobrevaluados también existen otros como soñar, comer, dormir, leer, bailar, y hasta defecar… porque cree que por mucho cuerpo que exista de por medio, también hay algo que se llama espíritu, y ese es el más nutrido en ella. Es el poderoso, junto con su lengua; esa que puede ser más venenosa que una alimaña y le encanta, ella se encanta; sí, es vanidosa y muy arrogante; inútil será fingir humildad porque no saldrá natural.

Los últimos dos meses han sido extraños. Ha estado “Errática”, más que de costumbre. Da un paso adelante y siente que en realidad dio dos atrás. Ha querido espantar a alguien que se resiste a mandarla de paseo al nunca-jamás; ninguna cosa le ha servido: mensajes esperpénticos llenos de barbaridades a viva voz, por computadora o telefónicos (aunque ahora se da cuenta que por escrito, con su puño y letra, sí puede explayar la personalidad dulcete que parece asomar algunas veces en ella), boicots a la cercanía que se va forjando, argumentos que ella misma reconoce no tienen pies ni cabeza. Pero lo que más la desconcierta es que ese alguien siga valiente resistiendo. Razones para echarlo de su vida, ha usado por doquier, nada lo suficiente como para que escape despavorido. La única explicación que se le ocurre es que él es amante de las causas perdidas. Y eso la asusta y no le gusta, porque se enciende una alarma que dice: escape, esCAPE, ESCAPE!.

El hombre es un animal de costumbres. Cómo hace alguien que vivió por años a luz de velita tenue, y que sobrevivía perfectamente con eso, para no escapar ante un destello de luz…

Ella estaba acostumbrada a la oscuridad. Se sentía demasiado cómoda con sus lados lóbregos, ama y señora de sus creencias, costumbres, manías, paranoias, placeres y todo aquello que significa su mundo interior… reina del mundo que se había creado y de la protección que se forjó a sí misma por años. Hoy dio un nuevo zarpazo, y lo peor es que sabe que fue injusta con ese señor; pero también sabe él seguirá mostrando esa paciencia que la asombra un día y al otro también. ¿Demencia o terquedad?

Ella vota por la primera opción. Sabe perfectamente que si no estuviera loco, no le agradaría, porque si no estuviera loco, no la entendería. Y sabe que poco a poco saldrá a ver todo lo que se perdió en su afán de evitar la luz.


Todo será gradual: primero con sombrilla y gafas de sol; después ni las necesitará porque habrá perdido la desconfianza a ese destello que parece vislumbrar sobre su terca burbuja aislante.